CIDOFOVIR INTRAVESICAL EN LA CISTITIS HEMORRÁGICA GRAVE SECUNDARIA A VIRUS BK
Institución:Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Valencia)
Tipo de presentación:Comunicación oral
Puhar, N
Muñoz Peñarroja, J
Bonillo García, MA
Arlandis Guzman, S
Martínez Cuenca, ME
Morán Pascual, EJ
Luján Marco, S
Rogel Bertó, R
Pérez Ardavin, J
Budía Alba, A
INTRODUCCIÓN: La cistitis hemorrágica (CH) es definida como una inflamación aguda de la vejiga que provoca hemorragia difusa de la superficie luminal. El poliomavirus BK es una de las principales causas de CH de inicio tardío en pacientes sometidos a trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH).
MATERIAL Y MÉTODO: Mujer de 33 años diagnosticada de LMC en 2020, remitida a urología por cuadro de dolor lumbar, hematuria anemizante con el diagnóstico de CH en el contexto de TPH. Acudió a urgencias en múltiples ocasiones donde le realizaron pruebas de imagen que informaban de ectasia bilateral sin causa obstructiva, junto a un engrosamiento e hipercaptación de urotelio. La paciente no respondió a cidofovir intravenoso. La única medida que evitaba el dolor y hematuria era la ingesta de 6L de agua, y la infusión diaria de 3 L/m2 suero fisiológico (SF) intravenoso.
En la cistoscopia no se observaron hallazgos patológicos pero en biopsia detectaron una alta carga de poliomavirus BK. Posteriormente, cada semana, se decidió realizar instilaciones intravesicales de ácido hialurónico durante 3 meses, sin éxito. Además, recibió 40 sesiones de oxigenoterapia hiperbárica, también sin resultado.
Ante la mala evolución, se decide la administración de cidofovir intravesical junto a la colocación de catéteres ureterales, para el retroviral actuase también en el urotelio superior. Previa a cada instilación, se administraba probenecid para evitar nefrotoxocidad. Se realizaron 3 sesiones semanales de instilación intravesical (5 mg/kg diluido en 60 mL de SF), que la paciente mantuvo durante 2 horas junto cambios posturales. Posteriormente, se vaciaba la vejiga y retiraba la sonda Foley.
RESULTADOS: Desde la primera semana donde se administró el cidofovir, la paciente no ha vuelto con episodios de hematuria y el dolor había mejorado considerablemente. No ha habido ninguna complicación asociada y la paciente ha dejado tanto las infusiones de SF intravenosas y reducido ingesta hídrica.
CONCLUSIÓN: La administración de cidofovir intravesical, fuera de ficha técnica, es una alternativa terapéutica eficaz para el control de la CH grave secundaria a infección por BK tras TPH. Este tratamiento está bien tolerado y, al menos a corto plazo, no se asocia a efectos secundarios relevantes.