UROLITIASIS EN PACIENTES CON DERIVACIÓN URINARIA: URETEROSCOPIA ANTERÓGRADA EN UN PACIENTE CON URETEROILEOSTOMÍA
Institución:Hospital General Universitario Doctor Balmis (Alicante). ISABIAL
Tipo de presentación:Vídeo
Canós Nebot, À
Mendiola López, A
Aranga Rodríguez, M
González Lara, DM
Vela Martínez, J
Galiano Baena, JF
Caballero Romeu, JP
Galán Llopis, JA
Herrero Polo, E
INTRODUCCIÓN: Existen múltiples factores metabólicos, infectivos y estructurales que favorecen la formación de urolitiasis en pacientes portadores de una derivación urinaria. La prevalencia de litiasis urinarias en este grupo poblacional oscila entre el 9 y el 26,7%.
OBJETIVOS: Reflejar algunas de las características y puntos clave del abordaje endoscópico de urolitiasis en pacientes con ureteroileostomía.
MATERIAL Y MÉTODOS: Varón de 60 años con diagnóstico de carcinoma vesical músculo-invasivo al que se le realizó una cistoprostatectomía radical y derivación urinaria mediante ureteroileostomía, con anastomosis ureteroileal según la técnica de Wallace tipo I. A los 8 meses de la cirugía, el paciente presentó un episodio de cólico renoureteral izquierdo con diagnóstico de una litiasis ureteral distal izquierda de 8mm y 948UH, colocándose una nefrostomía percutánea izquierda. Se propuso como tratamiento de la litiasis la realización de una ureteroscopia anterógrada.
RESULTADOS: Posición de Valdivia-Galdakao sobre flanco derecho. Punción renal percutánea para acceso a cáliz inferior, guiada por escopia y por ecografía. Paso anterógrado de guía ureteral consiguiendo enhebrar al paciente a través del estoma. Dilatación del trayecto percutáneo y colocación de vaina de acceso ureteral 11/13 Ch. Acceso con ureterorrenoscopio flexible identificando la litiasis a 2cm de la unión ureteroileal. Litofragmentación con láser de Tulio y fibra de 270 µm, y extracción de fragmentos con cestilla. Revisión endoscópica sin fragmentos residuales significativos. Tras el procedimiento se colocó catéter ureteral recto izquierdo y se cerró la nefrostomía percutánea. El tiempo quirúrgico fue de 175 minutos, y el posoperatorio cursó sin incidencias con alta hospitalaria a las 48 h previa retirada de la nefrostomía. El catéter ureteral se retiró al primer mes posquirúrgico, y en el control a los tres meses se mantenía la función renal estable, sin ureterohidronefrosis ni fragmentos residuales en TAC.
CONCLUSIONES: La ureteroscopia anterógrada en pacientes con ureteroileostomía es de interés ya que la localización del orificio ureteral en el conducto ileal puede ser dificultosa. El uso de accesos percutáneos de menor calibre reduce la lesión del parénquima renal y las complicaciones relacionadas con el procedimiento.